martes, 22 de septiembre de 2009

Vida

La vida es sencilla. La presencia del hombre en la misma es el factor que desencadena tanto caos, odio y problemas. Pero esta idea es totalmente contradictoria, puesto que sin el hombre no hay vida humana. Entonces, como resultado.. qué nos queda? El hombre como causa de tanta pobreza, muerte, desastre, odio e injusticia; el hombre como causa de tristeza, mal y egoismo. El hombre como el veneno del planeta y la vez, la cuna de la vida.

Cómo puede ser que un ser que reuna tanto pontencial dentro suyo se conforme con tanta porquería? Cómo puede ser que se corrompa ante simples cosas materiales, que bien sabe él, jamas le traerán la verdadera felicidad?

Resulta trágica la vida, vista desde este punto. Y es ahi cuando optamos por el camino, por la actitud que deseamos mantener. La cara con la que vamos a mirar a la vida y la fuerza con la que vamos a enfrentarnosle.

Personalmente, me molesta escuchar quejas y leer lamentos de quienes no realizan el más mínimo esfuerzo en búsqueda de ser mejores personas, más integras y menos egoistas. Me molesta ser testigo del escudo de mentiras, ego y quejas que utilizan para justificar su propia suerte; su propio destino. De lo único que ellos mismos son responsables.


Cómo puede uno quejarse de lo que provocó? Todos cargamos en nuestra espalda con una pesada mochila llena de consecuencias y responsabilidades. Basta de quejas. Es lo que te tocó. Viví con eso; superalo. Seguí adelante. La vida no fue concebida para ahogarse en un llanto interminable y amargas frustaciones.

La vida fue pensada con otro fin, con el de dejar una huella... por más pequeña que sea, con el fin de explotar al máximo tu potencial, de encontrar tu camino y de hacer todo lo mejor que puedas a lo largo de él. De crecer a los golpes, de madurar a través de errores, de amar con todo el corazón, de vivir cada hora... de experimentar pasión, de ser constante, de sentir todo a tu alrededor y guardarlo en tu memoria. Borrar el miedo, prejuicios e inseguridades, ya que solo son barreras impuestas por el hombre, para controlar a los demás a través de sus antiguos ideales.

Viví con libertad y respeto. Con tolerancia y también, con fe... porque no todo lo bueno se ve y no siempre está ahí, para darnos la mano.

Viví en la forma que más te guste, puedas o quieras... pero viví.


El tiempo es corto y lo que se va, ya no vuelve.

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