
Necesito gritar y romper el vidrio a mi alrededor. Desplazar el frío, la neutralidad y bondad. El esfuerzo de buscar situaciones deseadas por todos, menos por mi; de complacer al resto, perdiéndome en el deseo ajeno. Qué soy, acaso, un pedazo de carne sin sentimientos ni deseo alguno? Hace cuánto doblegué mi voluntad a los mandatos de otros; a sus gritos egoistas y desinteresados?. Guiada por movimientos convenientes y cómodos. Por qué me dejé utilizar, adular, para sentirme inútil e incapaz de repararme? Estoy cansada de ser una muñeca de trapo, que poco a poco, va perdiendo su forma y espíritu original.

1 comentario:
Muy bueno! ahora podés elegir no someterte nunca más
Publicar un comentario