miércoles, 24 de noviembre de 2010

Me cago en vos, en mi; en todos

Rompo; arranco.
La montaña de papeles se vuelve inmensa
detrás de mi silueta.
"No es suficiente", pienso.
Una risa amarga desborda en la oscuridad:
"nunca lo es", responde.
So true.
Las lágrimas y la sangre brotan con naturaleza.
La brutalidad con la que destruyo todo
me vuelve insensible al dolor,
a los rasguños y cortes.
Será siempre así,
hasta que ya no duela?
No importa.
Me pregunto de dónde obtendré la inspiración
si mi alma se vuelve cada vez más hermética.
Puedo presentirlo
y solo respondo con temblores.
Mi mayor miedo:
el fracaso.
Aún asi me siento predestinada a ello...
El factor sorpresa no existe.
El pesimismo ocupa su lugar,
hace mucho.
Qué puedo hacer?
Las respuestas se agotan
y las fuerzas también.
Qué mierda importa,
si un soplido lo derrumba todo?

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