lunes, 17 de enero de 2011

Y sigo llorando. Y entre lágrimas me pregunto por qué lloro; por quién lloro...
Por cada nuevo fracaso, por cada corazón roto, por todas las alegrías pisoteadas, porque las oportunidades disminuyen considerablemente, porque ya no quiero más nada.

Por qué lloro?
Por mi. Por eso lo hago. Por mis incapacidades.

Lloro porque me siento rodeada, apresada por mi misma; por mi cabeza. Porque me siento infeliz y desconsolada. Porque arruino todo lo que toco. Porque no sé entender ni valorar.


Lloro porque, a pesar del tiempo vivido, sigo repitiendo los mismos errores.

No hay comentarios: