lunes, 30 de mayo de 2011

Seize the day

Hoy me pasó algo raro. En realidad, no me pasó a mi ni a alguien cercano. Me enteré de la muerte de alguien de quien yo leía cosas. Obviamente, era algo que me gustaba hacer.
Estoy hablando de una chica, muy joven; de mi edad, para ser más exacta. Y, sinceramente, me shockeó por demás. Ta l vez porque era de esas personas que aparentaban todo el tiempo estar bien o ser felices, más allá de todo. Y ver como cada mínima decisión la fue enfilando hacia su propia muerte, me resultó tan... absurdo. Como cada decisión que ella tomó para mejorar su vida, terminó con ella.

Todo eso me hizo reflexionar sobre cómo yo manejo mi vida y cómo la manejan mis seres queridos. Como dejamos que corra el tiempo, esperando soluciones del cielo y buscando la felicidad mintiéndonos a nosotros mismos. Como cada día, realmente, es un regalo porque todo esto es un juego y , tal vez, mañana, los dados no nos ayuden. No estoy diciendo que nos hay que sufrir ni estar mal; sino que hay que aprovechar el tiempo, los días, los momentos, las experiencias. TODO lo que se presenta o lo que decidimos, pasó por algo y es eso lo que tenemos que buscar: claridad dentro de cada situación; una reflexión que nos vuelva más sabios y felices. Que todo lo que nos conforma, apunte hacia nuestro bienestar, hacia nuestra realización, para así también ayudar a los demás a poder lograrla.
No hay que sentir miedo ni tristeza, tampoco resguardarse en creencias que intentan minizar la fuerza de la muerte. No interesa si nos quedan mil vidas o sólo esta porque, lo que cuenta es el presente, es esto concreto que tenemos entre nuestras manos y que podemos moldear lo mejor posible.

Donde sea que estés, espero que este corto tiempo acá te haya hecho verdaderamente feliz y que haya valido la pena.