Qué más da, si la vida no va a dejar de ser tan perra? Qué puede perder uno, cuándo ya no tiene miedo, cuando no le molesta tirarse de cabeza hacia la más profunda de las profundidades?
No me molesta, no me interesa. Pero necesito creer que puedo llegar a ser eso que anhelo. A ser la mejor y la peor versión de mi misma; a aprender la diferencia entre lo que quiero y lo que quiero creer que quiero; a valorar los momentos de paz y simpleza, y desvalorizar el caos que necesito últimamente.
No se si merezco confianza ciega, que alguien ponga sus manos en el fuego por mi. Pero la verdad es lo único que estoy dispuesta a transmitir. Basta de todo lo demás. Basta de pensar en palabras suaves, en realidades maquilladas, en soportes de hierro que se derriten como figuras de nieve.
No pido más nada, pero tampoco pienso dar más allá de lo que quiera. Todo es un regalo; nadie nos debe nada. No tenemos comprada la lealtad ni el amor, por más que asi lo creamos.
Después de esto, no se más nada con certeza. Solo que transito a ciegas a través de un camino desconocido... pero todos lo son, asi que no temo y corro, porque no hay nada que me guste más que lo nuevo.
Basta de todo. Basta de nada
[necesito desapaerecer... unas horas, minutos, segundos. Días, semanas. no se]
miércoles, 28 de octubre de 2009
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