Más por capricho que por otra cosa, me niego a dejarte ir. Anidada en la sombra de tu recuerdo me siento más cálida que cruzando de vereda. Es que soy de esas a las que le cuesta cambiar y aceptar; resignarse a seguir, esperando levantarse mañana habiendo olvidado. Me gustaría, pero el dolor me recuerdo que quise y quiero, y no puedo ignorarlo. Más sabiendo que mi cuerpo y emociones funcionan asi. Y mi cabeza también, que no deja de dar vueltas sobre las mismas interrogantes desde hace días. Y si quisiera intentarlo? Mejor no, por algo pasa todo. Pero, aunque sea una última vez? Para que, en estos casos, ninguna última vez es suficiente.
No importa. Ya está resuelto y me niego a reconsiderarlo. Ya no voy a mirar atrás, con la expresión de "que hubiese pasado..." porque no pasó y no va a pasar.
miércoles, 31 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario