Cuanto más pienso en las situaciones que me desbordan, más lejos visualizo la salida. Es difícil creer que algo va a cambiar, luego de que nos acostumbramos a que sea de esa forma; pero dentro mio, siento una fuerza, un cosquilleo, que me obliga a seguir; que no permite bajar los brazos y arrojarme al suelo, como quien cae vencido, sin el mínimo atisbo de fuerza. Pero no; esa voz suave, casi imperceptible, me repite todo el tiempo que no hay motivos para dejarme vencer, para aceptar una realidad que no me convence, que no quiero. Me jura que yo puedo hacerlo mejor, si solo confiara un poco más en mi y en mi esencia. Una persona me dijo, con los ojos rebosantes de sinceridad, que tengo mucho potencial, y cuando me diera cuenta de eso, podría lograr lo que quisiera; o casi todo. Me gustaría tener esa proyección de mi misma. No una imagen perfecta, pero si una imagen capaz, fuerte y segura. Me gustaría aclararme, pararme con firmeza y defender lo que creo y siento con mi vida. Demostrarme que se que es bueno y malo, que elijo equivocarme por sobre todo, que aprendí a soportar el dolor y las decepciones de la gente, que me encontré con una persona menos prejuiciosa y noble frente al espejo; una persona que sufre con las desigualdades, la injusticia, la falta de amor y de sinceridad. Que intenta no esconder sus actos detrás de una máscara de hipocresía. Que todos los días se lñevanta pensando que va a vencer sus malas costumbres, que va a avanzar en este arduo camino que eligió para si misma. Que los problemas pueden solucionarse si ponemos volutand y una cuota de verdad. Que lo que importa es disfrutar el día a día, sin temerle a nuestros porpios demonios. Que si alguien te eligió, lo hizo por algo. Que si tus seres queridos te adoran incondicionalmente y ven en vos un ser especial, también es por algo.
Cada vez que estoy resignada a rasparme la piel, a dejar correr mi sangre, me repito a mi misma: "the way out is through", y junto fuerzas hasta donde solo hay pesimismo, porque se que, al final de todo, siempre hay una puerta esperando para ser abierta.
jueves, 4 de marzo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario