lunes, 30 de agosto de 2010

Strip the Soul, fill the hole

Se dió vuelta y lo miró a los ojos. Comprendió el significado del hielo derritiéndose por sus mejillas; el brillo de esperanza detrás de esas rocas. Lo comprendió y tembló, muerta de miedo, preguntándose por qué creyó, una vez más, que su mente iba a ceder ante aquel pedido? Una vez más se esperanzó, en vano. Pero no, no se rendiría; no ahora. Todavía no había sido suficiente. El dolor no dolía, no realmente. Sabía que podía soportarlo un tiempo más. Sabía que, al menos, le debía eso. Y gustosa lo llevaría hasta el final... Aunque muriera, una vez más, en el intento.
Odiaba mirar los demás ojos... En especial aquellos, cargados de hostilidad. De resentimiento y odio... Sentimientos viejos, pero tan presentes. Sentimientos que los consumian; los llevaban a la peor expresión de si mismos. Odio puro. Marionetas del fuego, la violencia y la venganza, enrredados en tentáculos ajenos, asfixiando cada atisbo de razón. Reviviendo pasiones ya enterradas, buscando respuestas perdidas en el flujo infinito del tiempo...

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