Esas casualidades que sabés, hace rato dejaron de serlo.
Esas situaciones recurrentes, cada noche, en cada lugar.
Esas canciones... las mismas de siempre.
Esas palabras prohibidas.
Esas manos ansiosas por escribirlas.
Ese corazón desbocado por sentirlas.
Esa existencia estúpida, por no compartirlas.
domingo, 21 de agosto de 2011
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