sábado, 10 de septiembre de 2011

Del todo, hacia las partes.

Estoy cansada de leer mentiras. De las apariencias, la imagen perfecta. Me molestan las personas que sólo se muestran felices; que te venden un cuento que no es. Aquellas que te compran con su discurso, reproducido ya tantas veces. Que sólo muestran fotos de su farsa. Te dicen que les importa, les afecta, pero no; nada los saca de eje. Nada los despeina. Absolutamente nada acelera su ritmo cardíaco. Y yo, estúpida, creyéndomelo todo. Comprando, hasta quedarme seca; comiendo, hasta reventar, toda su mierda, sus cuentos, sus versos... Todo.

Pobre de mí. Todo lo que tengo adentro está podrido, muerto. Cada parte se nutrió de eso, hasta morir. Hasta notar que no tenía nada, realmente.
Los que se hacen llamar tus amigos, no te conocen. Los que dicen conocer y sentir el amor, fracasan y lo único que pueden lograr es aislarse con otra persona igual o más patética que ellos, posteriormente a haberle mentido, saboteado, humillado... Tu familia no se mantiene en pie; tus metas... existen? No sabe, no contesta. Vos? No queda nada de nada. Nada puro, no a la vista. Tenés que ahondar mucho y ya no tenés fuerzas. Las gastaste todas consumiendo ficción. Elaborando ideas irreales, superiores. Ideas que te consumieron. Exigencias que terminaron matándote. Cómo pueden entenderte aquellos que no fueron rechazdos?

Y ahora estás acá, dentro de ese pozo, tan conocido, buscando el fondo. Tenés miedo de soltarte y caer, pero sabés que hasta que no lo hagas, no vas a poder chocarte con tu propia existencia, hundida, olvidada. Agonizante; pidiendo por vos.

No hay comentarios: