martes, 27 de septiembre de 2011

Muchas veces me pregunto si todo lo que me pasa, me pasa por cobarde e insegura.
Por qué digo esto?
Corbadía porque no me animo a jugármelas por nada, ni sentimientos ni pasiones. Si lo hubiera hecho, hoy estaría explotando todo mi potencial, creyendo que me merecería tener éxito, y por qué no, también creyendome mínimamente talentosa en algo.
Bueno, mi panorama actual no tiene nada que ver con eso y puedo agradecérselo a mi inseguridad; a esa vocecita que, todo el tiempo, me dice: no podés, no es para vos, simplemente no sos así. No tuviste la suerte. Asumilo y dejalo ir...
Creánme cuando les digo que dejé ir muchas cosas. Sin embargo, la pesadez no se va. El vacío tampoco. Mis ganas sí; de a poco, se van yendo. Mi autoestima también... hace rato que se esfumó.
Pero las malas sensaciones, la inconformidad, el enojo, la frustración no.
Prevalecen. Golpean. Apretan y me ahogan.

Pero, cómo luchar contra uno mismo?

1 comentario:

El Poeta Maldito dijo...

Como se lucha como con cualquier otra cosa ¿Qué hacés cuando una persona te dice mentiras todo el tiempo? Dejás de escucharla por mas que te hable. hacé lo mismo con tu "vocecita" de tu cabeza, no le creas y empezá a escuchar a tu corazón, no a tu cabeza. Por ahí mas adelante la vas a necesitar, mas si tu corazón te lleva a duros golpes, pero primero lo primero.

Saludos.