miércoles, 3 de junio de 2015

Ni una menos

Estuve pensando sobre este tema y leyendo cosas, a fin de poner en claro mis ideas. No opino por oportunista ni para figurar, sino porque es un tema que me interesa y creo que nos afecta más de lo que pensamos.
Teniendo en cuenta que las mujeres votamos desde 1948 en este país, que hoy se marche para generar conciencia y repudiar la violencia de género contra mujeres es un avance abismal hacia un sociedad un poco más igualitaria. Estadísticamente, son muchas más las muertes de mujeres en manos de hombres que de hombres en manos de mujeres. Eso es de público conocimiento y creo que nadie lo cuestiona a esta altura. Cuando vemos las noticias y nos enteramos que desapareció otra chica, todos nos preguntamos qué mierda pasa, qué empuja a una persona a hacerle eso a otra. Vivimos en un mundo violento, que naturaliza cosas de mierda, que reproduce estructuras y estereotipos. Diariamente, como mujer, recibo comentarios por mi aspecto. No lo considero violación ni mucho menos, pero me molesta, me incomoda y me limita. Cuando me toca cursar hasta las 23h, pienso seriamente en cómo me voy a vestir, porque no deseo vivir ninguna situación desagradable en medio de Av. Rivadavia, casi a medianoche, cara a cara con un extraño. La pregunta es por qué. Por qué el otro cree que tiene el derecho de emitir una opinión que nadie pidió ni a hacerme vivir algo asi. Por qué el otro se siente con derecho por sobre mí. Ese es el gran problema.
Que la gente se haya organizado y acordado que está mal la desigualdad que sufren las mujeres por su género está bien. Que estén cansados de la violencia diaria en contra de las mujeres, está aun mejor. Pero si no frenamos y analizamos diariamente nuestra forma de proceder y pensar, para romper con ciertos prejuicios y estructuras oxidadas, entones no sirve marchar porque vamos a seguir alimentando esa asimetría de poder que nos lleva a donde estamos hoy. Y no me refiero solo a las mujeres, sino a la discriminación y consecuente violencia que sufre muchísima gente por su elección sexual, su religión, su apariencia...
Deseo que todas esas personas que van a marchar y que realmente apoyan este cambio, también se paren a pensar cuando discriminan a un hombre por no ser macho o a una chica por ser lesbiana. Me gustaría que esto cale hondo y conduzca hacia cuestionamientos mayores, porque la violencia existe y es injusta siempre. Sino pareciera que nuevamente nos discriminan por ser mujeres, como si necesitáramos que nos protejan, que marchen por nosotras, cuando realmente no lo necesitamos porque somos igual de fuertes, a pesar de nuestras diferencias. No somos víctimas. Podemos hacer las mismas cosas, de la misma manera, logrando los mismos resultados.
Este post no es para criticar una iniciativa tan enriquecedora como esta, sino para reflexionar sobre lo que se estuvo diciendo, las posturas de cada uno y por qué, a veces, traer ciertos temas a colación es tan difícil.
Espero que este paso sea el primero de muchos, en todas direcciones, despreciando toda clase de violencia, sin dejar de decir basta.

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