Y de a poco, voy aprendiendo que es difícil preveer las cosas y mucho más, evitarlas. Esa soberbia innata dentro de nosotros, que nos lo afirma, no entiende absolutamente nada.
El que quiera encontrar algún hilo, alguna coherencia dentro de los sentimientos humanos, estaria perdiendo su tiempo. No importa la amabilidad, la belleza, la honestidad. Los defectos y virtudes; las experiencias y las historias que solo podemos construir en nuestras cabezas. Cuando alguien despierta algo dentro de nosotros, lo hace. Sin motivo alguno, sin razón aparente. Lo vemos y lo despierta. Asi de simple... como si se tratase de alguna clase de interruptor escondido en nuestro interior, que solo esa persona puede encender.
Y asi como lo encendió, también puede apagarlo.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
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5 comentarios:
Fuck! Tenés tanta razón.
Me cuesta creerlo, y mucho más admitirlo, pero lo leo, y más me convenso.
Eso no quiere decir que lo haga todos los días, jaja, pero está bueno tenerlo acá, y recordarlo.
HOLA :)
prende y apaga..pero hay veces que cuando apagan queda en algun otro lado algo en cortocircuito...
cuanta razon mujer, cuanta..
muy lindas las ultimas entradas, hacia bastante ke no pasaba por aca
te dejo un beso y muchas fuerzas por sobre todas las cosas :)
adios!
Voy a postear un pedacito de tu escrito en mi blog, es muy lindo eso del interruptor que se enciende o se apaga asi como asi, una idea metaforica cierta.
postea tranquila, my friend :)
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