miércoles, 24 de marzo de 2010

Nunca Más

A pesar de la lucha incansable, 34 años después de aquel gris 24 de marzo, nos encontramos a mitad de camino. Quién hubiera creído, tantos años atrás, que las mismas mujeres seguirían mostrando con orgullo sus pañuelos blancos, reclamando justicia y verdad, recuperando aquellos nietos arrancados de sus hijos y ajusticiando a los culpables. Porque el tiempo no pasa para el dolor, y el olvido no es una solución para las penas que sacudieron y siguen sacudiendo a nuestra sociedad.
Una época oscura, que condicionó a nuestra gente, que nos privó de la libertad y la suplantó con un miedo visceral que, hoy en día, algunos siguen sufriendo. Los asesinatos y las torturas sistemáticas son solo una mirada del destino tan incierto y terrorífico al que estuvo sometida la Argentina: la crisis social, la destrucción del país, la pérdida de la credibilidad en las autoridades, el silencio, la injusticia, son algunos males que siguen golpeando nustra puerta. Fueron el motivo por los cuales muchos sufrieron un castigo irremediable.



Es por eso que sería en vano recordar las 30000 mentes y almas perdidas solo los 24 de marzo, sin continuar con la lucha diaria que alguna vez ellos y ellas supieron iniciar. En nombre de los desaparecidos y de los cientos que perecerieron en medio de esta guerra civil, debemos mantener con firmeza y con acciones ese Nuca Más para que las palabras no puedan ser arrastradas por el viento.

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