Vos jugabas al novio perfecto,
yo jugaba a enamorme y desenamorarme.
Enrredados en este juego, sin conocer las reglas,
entre humo y alcohol, risas y mareos
supimos querernos, necesitarnos
y también rompernos.
"No hay amor sin sufrimiento", te dije
y en tus ojos ancló el miedo,
glaciar y poderoso.
La sangre corrió, las heridas se escocieron.
La sal y el dolor reclamaron su espacio y ganaron por ventaja.
El amor y la necesidad no pudieron
remendar lo que en mi sobraba y en vos,
faltaba.

2 comentarios:
arriba euge u_U
(keda 'cursi' decirlo, pero cualkier cosa ke necesites conta conmigo)
te veo el martes :)
Jugar no puede durar para siempre.
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